Comparte en:

La pregunta parece simple: ¿Por qué en nuestra época de casi ilimitada información, en la palma de la mano, prospera la ignorancia, la desinformación y los sesgos cognitivos? ¿No deberíamos ser más sabios, científicos, respetuosos de lo cierto? Pues no. Incluso, para desesperación de Jesús, Fernando y de cualquier científico que se precie, la sociedad se hace más dogmática, conspirativa y anticientífica. Teorías improbables de una Tierra Plana, de la negación del alunizaje, incluso de seres reptilianos… ¿les suena?

En el podcast de esta semana se analiza la evolución de una sociedad que pasó de la TV en blanco y negro, de los medios separados y los libros de papel al maremágnum de la multimedia, de la satisfacción informacional inmediata y portátil. Pero… ¿y la veracidad de los datos, la integridad de la ciencia frente a los mitos y la desinformación? Ese es el meollo de esta conversación: caos, postverdad, ignorancia en ceros y unos, y una coexistencia de la abundancia de tecnología con escasez de neuronas.

Y todo frente a nosotros, en cualquier pantalla de teléfono «inteligente», en memes, en cadenas de email o de Whatsapp… El plato está servido.

.

Comente con su cuenta de Facebook