Desde agujeros negros hasta ondas gravitatorias, pasando por paradojas del espacio-tiempo o cómo hacernos invisible, Jesus y Fernando hablan de qué los fascina, intriga, asusta, desconcierta y estimula a especular sobre un universo físico que nos rodea y nos envuelve en misterios a los que la ciencia apenas se acerca con timidez.
Tomemos en cuenta que mucho de lo que sabemos empezó por dos o más amigos tomando informalmente café y lanzado teorías al garete. ¿Por qué no hacerlo nosotros también?
Fe de erratas: En el comentario de Fernando sobre cómo es doblada la luz por la gravedad, al hablar de la explicación de lo que habían observado los caminantes al llegar al castillo, Fernando menciona que «Einstein dice» y realmente debió ser «[Bertrand] Russell dice».
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Muy buen tema, muy buena su dinamica
Tiene razón Jesus, no era lo que imaginaba pero !!!mucho mejor!!! Regio cuando se superan expectativas asi, gracias … me hicieron volar.
Escucharlos hoy fue como hacer un viaje a cualquiera de esos universos para mí desconocidos. Y, si leer es una actividad que me hace viajar a otros lugares, escucharlos hablar tan amenamente, tan cotidiano de temas tan de otra galaxia, es como estar sentada en una butaca, de esas de gamuza, bien cómoda dispuesta a levitar, dispuesta a cerrar los ojos y dejarme llevar por cada uno de sus misterios, un viaje a una dimensión desconocida, convirtiéndome también en un “lego” de sus análisis, comentarios que me llevaron y me dejaron suspendida por un buen rato, en el no-lugar. Wow… fue una aventura exquisita.
Estoy segura de que los Neutrinos han chocado con las neuronas de ambos en más de una oportunidad, no tengo duda alguna.
Ruta fantástica de los citados caminantes asombrados y curiosos con las antorchas; el temido para muchos y fascinante para otros, el hueco negro; la teoría de las cuerdas y como siempre nos generan risas con la historia del hombre invisible… ¡estoy agotada!… me saca de concentración el timbre del microonda y me quedo pensando, no sé cuánto tiempo pasó, incluso miro a mi alrededor tratando de reconocer mis espacios, me siento un poco ajena, suena de nuevo el timbre y casi en un pestañear caigo en cuenta de quien soy, del espacio que ocupo y del tiempo que creo vivo.